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La Concejalía de Personas Mayores, Familia y Servicios Sociales y Familia ha organizado el V Foro de Servicios Sociales en el Museo del Patio Herreriano, con el propósito de fomentar el diálogo sobre inclusión, bienestar social y acceso a servicios básicos. La jornada ha sido inaugurada por el alcalde, Jesús Julio Carnero, quien ha destacado la labor realizada desde el Ayuntamiento de Valladolid, los retos de las nuevas tecnologías aplicadas en los servicios sociales y la aplicación de políticas públicas en el aspecto social que mejoren la calidad de vida de las personas.
Hoy hemos tenido el privilegio de participar en el 5º Foro de Servicios Sociales de Valladolid, organizado por el El Norte de Castilla el Ayuntamiento de Valladolid y CLECE.
En compañía de profesionales de Cruz Roja en Castilla y León Fundación Personas y el Ayuntamiento de Valladolid, hemos compartido reflexiones y buenas prácticas sobre cómo abordar la intervención social desde un enfoque inclusivo. Este foro nos ha permitido analizar los desafíos actuales y buscar soluciones innovadoras para construir una sociedad más justa y equitativa para todas las personas, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad.
Agradecemos a las entidades organizadoras por la invitación y a todas las personas asistentes.
GALERÍA DE IMÁGENES
Nuestro compañero José Villardón Andrés, el pasado 5 de diciembre en:
El Programa de Voluntariado Tecnológico llama a más adeptos tras organizar 1.600 actividades en doce años
En la actualidad cuenta con 24 personas que «de forma altruista y desinteresada» forman a otras para «reducir la brecha digital»
El
viceconsejero de Transformación Digital, Luis Enrique Ortega, con tres
voluntarios del centro de Valladolid, José Villardón, Daniel Sanabria y Amalia
Sordo. ICAL
Con
motivo del Día
Internacional de los Voluntarios, que se celebra cada 5 de diciembre, un proyecto
autonómico ha aprovechado para hacer balance y pedir que más personas se animen
a dar un paso al frente para unirse a ellos.
Se trata del Programa de Voluntariado Tecnológico, por el que -en doce años- han pasado hasta 250 voluntarios
(que son 24 en la actualidad) dedicados a enseñar a otros a manejar ordenadores y programas de uso
generalizado y así «reducir la brecha digital». Con la
organización de más de 1.600 actividades en este tiempo, han logrado ayudar a
en torno a 16.000 usuarios, ha cifrado el viceconsejero de Transformación
Digital, Luis Enrique Ortega, desde el Espacio CyL Digital de Valladolid.
Así, en los centros
de Castilla y León se enseñan a utilizar de forma más autónoma herramientas
y aplicaciones «del día a día», como las de banca o las gestiones médicas
en Sacyl Conecta, con varios cursos gratuitos abiertos de los que se benefician
personas mayores, inmigrantes y «todos los que no hayan podido aprender y
quieran», ha indicado Ortega.
De esta forma, hace
diez años que el veterano José Villardón, que cumplirá noventa
inviernos el mes que viene, enseña a organizar carpetas y archivos y a moverse
en las bandejas del correo electrónico. «Cada vez que doy el curso de correo
electrónico adelgazo cinco kilos por la de vueltas que damos con la seguridad»,
bromea, ya que asegura que el entramado de contraseñas y fotografías se hace un
mundo para muchos. Él, que empezó con la Olivetti en la empresa en la que
trabajó, ha ido aprendiendo a medida que lo digital evolucionaba y ahora enseña
a otros el camino.
También Amalia
Sordo (75 años), que conoció los ordenadores de tarjetas perforadas,
muestra a terceros todo lo que ha aprendido. Vino como alumna a un curso de
móvil, con una amiga, y de ese pasó a uno de memoria que acabó impartiendo al
poco de entrar. En el centro de Valladolid interiorizó cómo manejar ratón y
teclado o cómo utilizar Whatsapp, y ahora asegura que le enriquece lo que le
cuentan sus alumnos. «Viene gente de muchos sitios y de fuera de España, y
aprendes cosas de otros temas, como campos o naturaleza», afirma.
El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero,
celebra el Día Internacional del Voluntariado
Valladolid, 5 de diciembre de 2024
Valladolid rinde un emotivo homenaje a los mayores voluntarios de los
centros de vida activa
El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, destacó hoy la importancia
del voluntariado como motor de cambio social y destacó la experiencia y
dedicación de las personas mayores en este ámbito.
"Vuestro trabajo desinteresado ha transformado Valladolid en una
ciudad mejor. Habéis contribuido a lo largo de vuestra vida y continuáis
haciéndolo desde los Centros de Vida Activa, ofreciendo vuestro tiempo y
conocimientos al servicio de la comunidad. Y aportáis un valor añadido extra al
programa municipal de envejecimiento activo”, dijo.
Valladolid tendrá una oficina del voluntariado social de personas
mayores para combatir la soledad
Carnero, según fuentes municipales, también recordó las recientes
iniciativas del Ayuntamiento, como la Oficina del Voluntariado, el proyecto
‘Haciendo amigos de 4 Patas’ y el refuerzo de la formación para voluntarios,
todas ellas incluidas en el ‘Plan Contigo’.
El alcalde participó en el homenaje a las más de 300
personas mayores voluntarias que colaboran en los 12 centros de Vida Activa de
la ciudad.
El acto contó con la participación de Pilar Alonso, voluntaria de los
Centros de Vida Activa Puente Colgante y Zona Sur, quien compartió su
experiencia liderando talleres de crecimiento personal.
Su testimonio resaltó la importancia de la vida activa y el aprendizaje
continuo como pilares del bienestar en esta etapa de la vida. Además, actuó el
mago vallisoletano Nano Arranz, quien presentó su espectáculo ‘Vida Activa, es
Magia’.
Este homenaje no solo ha reconocido la labor de los voluntarios, sino que
también ha visibilizado su impacto y ha animado a otros a formar parte de esta
red solidaria que fortalece la comunidad.
Enviado por nuestro presidente Jose Ceruelo Blanco. Gracias Jose.
¿QUÉ HAY DEL CAMBIO CLIMÁTICO?
Episodios como la DANA
nos recuerdan que el cambio climático es una amenaza muy real, pero en los
últimos años la agenda medioambiental parece haber pasado a un segundo plano.
¿Nos sigue preocupando el planeta?
El aumento de la temperatura está acelerando el deshielo de los
glaciares.
Este año que dejamos atrás será tristemente recordado por los récords
preocupantes que se han cosechado en materia medioambiental. Por
ejemplo, será el más cálido jamás registrado, el primero en el que la temperatura promedio
haya superado una diferencia de 1,5 ºC con respecto a los niveles
preindustriales, el límite fijado por los Acuerdos de París para protegernos de los
efectos más devastadores del cambio climático.
Las consecuencias de estas anomalías ya se han hecho notar. El aumento de
la temperatura viene aparejado del incremento de los fenómenos meteorológicos y
climáticos extremos, tales como sequías severas, olas de calor e incendios de
grandes dimensiones. Episodios que contrastan con los casos de lluvias
torrenciales provocadas por depresiones
aisladas en niveles altos (DANA), un fenómeno especialmente adverso que
padecemos cada vez con mayor frecuencia en el litoral mediterráneo.
Con semejante panorama, lo más lógico sería pensar que el cambio
climático marcaría hoy la agenda global de las principales economías
del mundo, y que combatirlo se ha convertido en la principal preocupación de la
población del mal llamado norte global, donde los estragos de ese
aumento de 1,5 ºC se están haciendo cada vez más visibles… ¿Es
realmente así?
Noticia relacionada
¿Cómo seremos en el
futuro? Así estamos rompiendo la evolución
Si atendemos a la evolución de los compromisos públicos para reducir las
emisiones, podríamos llegar a la conclusión de que el calentamiento global nos
está provocando más desazón que preocupación. Así lo prueban, por
ejemplo, las conclusiones de la última Conferencia de las Partes celebrada en Bakú hace unas semanas, cuyo
principal acuerdo compromete a los países más desarrollados de Occidente
(especialmente EE. UU.. y los que forman la UE), a financiar un fondo de
unos 300.000 millones de dólares a los países menos desarrollados para elaborar
planes destinados a sufragar el cambio climático. Una cantidad que las
organizaciones conservacionistas han calificado de ‘pobre, decepcionante e
inadecuada”, teniendo en cuenta que el objetivo marcado al inicio de la cumbre
era inicialmente de 1.300.000 millones de dólares.
Un acuerdo de mínimos que ha sido calificado de ‘broma’ e ‘insulto’ por el
representante de Nigeria y que provocó que la cita medioambiental fuera
bautizada, como la ‘cumbre del descontento’.
Poco queda de aquella efervescencia popular que clamaba en las calles hace
5 años en pro de un futuro más sostenible a las puertas de una cumbre del clima
celebrada en Madrid, en la que una jovencísima Greta Thunberg alertaba de que
comenzaba ‘una nueva década que decidiría nuestro futuro’. Una COP, por
cierto, que también partía con grandes ambiciones, como un compromiso
para financiar a los países en desarrollo, un acuerdo para poner coto
definitivo a los combustibles fósiles o un plan inicial para
la creación de mercados de carbono similar al que funciona desde hace
años en la UE. Esto es, hacer que los países más contaminantes paguen por las
emisiones.
Finalmente, la cumbre de Madrid, como ha sucedido en Bakú, se saldó con
un acuerdo de mínimos y buenas intenciones, aunque hay que reconocer
algunos avances. Entonces, el objetivo de financiación era de solo 100.000
millones de dólares, tres veces menos que al pacto alcanzado en
Azerbaiyán, donde, después de un lustro, también han empezado a sentarse
las bases de lo que previsiblemente se convertirá en un mercado mundial
de derechos de emisiones. Algo hemos avanzado.
¿Y qué hay de la opinión pública?. En el caso de España, por ejemplo,
el barómetro del CIS del mes de
octubre, esto es, antes de la DANA que asoló a la Comunidad Valenciana- nos
indica que casi el 70% de los encuestados manifiesta abiertamente que
el cambio climático les preocupa ‘mucho o bastante’, una cifra incluso
superior a la preocupación manifestada ante la guerra en Oriente Próximo que,
sin embargo, es ligeramente inferior a las encuestas anteriores. Una tendencia
similar se desprende del estudio publicado el año pasado por
el Real Instituto Elcano, en el que se
afirmaba que un 16,3% de encuestados opinaba que el cambio climático era la
mayor amenaza a la que se enfrentaba el mundo, casi la mitad de los
preguntados en 2019.
¿Significa esto que el cambio climático ha dejado de importarnos? Quizá la clave sea
ofrecer soluciones factibles, cuantificables y recompensables, emulando el
ejemplo de los créditos de carbono. Toda acción tiene un coste, y la
sostenibilidad no es menos. Conocemos la amenaza, pero llevar a cabo
las acciones necesarias para combatirla no es una tarea fácil. Por
ejemplo, en España hace décadas que conocemos la importancia del reciclaje,
pero según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, la tasa de
recogida es únicamente del 41,3%, muy inferior al objetivo del 70% marcado en la Ley de
Residuos. La solución planteada por el Gobierno pasa por el establecimiento
de un sistema de depósito,
devolución y retorno de envases (SDDR) similar al que se
lleva a cabo en otros países del mundo, desde Alemania hasta China.
Quizá la solución sea la de cambiar de estrategia, superar el
pesimismo y buscar compromisos cuantificables, especialmente en sectores
tan sensibles como el del transporte o el turismo. En definitiva, hacer que la
palabra sostenibilidad no se perciba como un concepto ‘tremendamente aburrido’.
No podemos permitirnos este lujo.
FELIZ NAVIDAD para todos nuestros socios
de AVOMACYL